sábado, 8 de febrero de 2020

ROMAINE BROOKS (1874-1970) / NO ME IMPORTA QUE ME SEÑALEN


  •  Escribió Ortega y Gasset en 1925 que era ilusorio creer que la situación artística de hoy -o de cualquier época- dependiese sólo de factores estéticos. En los amores y odios de arte interviene todo el resto de las condiciones  espirituales del tiempo.


  •  Efectivamente, el caso de la estadounidense BROOKS es tanto una historia de una vida compleja y difícil desde su nacimiento como una maestría pictórica que absorbió todas las experiencias esenciales de su tiempo. 


  •  En su plástica, de colores pálidos y anegados en la tragedia de la existencia, se compendia el místico eco de una soledad que no esperó ninguna respuesta excepto la que le proponía y le proporcionaba el lienzo, presintiendo que una vez desaparecida caería en el olvido a pesar de estar por encima de la mayoría de artistas de su época. 

Pon tu obscena huella dactilar
en la piel
sudada del amanecer.
La primavera no subirá
las escaleras del Bronx de Fuencarral.

(J.Sabina/P.Varona)

No hay comentarios:

Publicar un comentario