- El chinoamericano LIU pinta para que la evocación no quede en nada, para que el vacío no domine y sea el único resto de unas vidas que se fueron atacadas por la sombra y la invisibilidad.
- Estos retratos que son fruto de la aplicación de un cromatismo adaptado a la fisonomía dulce o desgraciada de un destino que tiene un espacio y tiempos determinados, son memoria y al mismo tiempo la templanza de una plástica virtuosa y simbólica. Son la expresión que ellos mismos generaron en su momento.
Es un juego la gracia primigenia
de los seres. Y hermoso, estar despierto,
mirar con buenos ojos lo que venga.
Animal en contacto, soy poeta.
No distingo la piel del intelecto.
(Juan Antonio González Iglesias)
- Cuando contemplo estos murales de SORIA considero que decir que la obra de arte ha perdido su tangibilidad física y se ha convertido en perfomance, idea, intención conceptual o similar, es una tesis de ida y vuelta.
- Por lo tanto, me sumo al hecho de que para no incurrir en una visión unitaria y unívoca, fuente de intolerancia y de fáciles consensos, hay que tomar en consideración la diversidad, la multiplicidad, la pluralidad y la heterogeneidad.
- Por lo tanto, que estos grafitos libres de ataduras estilísticas se hayan hecho dueños de los calles y de sus muros, es un una vía para llegar a mucha gente, que así se acostumbra y habitúa a la explosión plástica de su mensaje y de la lucha por pertenecerle, por formar parte de su experiencia. Así se comprende la afirmación de Roger Kimball relativa a que el hábito de mirar requiere diferentes recursos sensibles e intelectuales, y que la tarea de comunicar lo que uno ve involucra otras habilidades.