jueves, 17 de enero de 2019

ANGELO ACCARDI (1964) / NACISTE PARA ESTAR EN MEDIO


  •  Los avestruces del italiano ACCARDI no esconden la cabeza ni están paseando por la sabana africana, son más bien nuestro alter ego ciudadano que no entiende el fragor del entorno urbano visto desde su posición de insolencia y desdén.  


  •  Son obras que nos proyectan fábulas de humor, pintadas con la magia de una sonrisa socarrona o como la catarsis de una concepción plástica e histórica del arte que si no llega a ser por estas aves nunca nos penetraría.  


  •  Él mismo deja que rayas, manchas o suciedades, no se tomen a pecho una ontología creativa que no es más que un discurso sobre la locura de una sociedad que hace importante lo intrascendente, mientras que su singladura requiere la trascendencia de una visión irónica y placentera. 

No hay lugar para la indiferencia o el cinismo.

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