- El irlandés del Norte FRANCIS desentierra los huesos y después reconstruye los cuerpos. Pero para no sentir su odio los deconstruye, les pone velos, les deforma el rostro, hasta que la mirada quede cegada.
- Esta tridimensionalidad escultórica viene estableciendo nuevos parámetros visuales y táctiles. En este caso con figuras estéticas ceremoniosas, misteriosas, que guardan el enigma de su aversión para obtener su condición de ser real y vivo.
- Infunden en un momento dado temor, como si fuesen premonitorios y su vaticinio, por muy ejemplo plástico que fuese, nos pesase en el pensamiento y en el reconocimiento de un destino desventurado.
Por la muerte vivimos cuando estamos soñando, puesto que soñar es negar la vida.
(Fernando Pessoa)
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