lunes, 21 de marzo de 2016

JOHNNY WARANGKULA TJUPURRULA (1925-2001) / ME HAN DESCUBIERTO A ÚLTIMA HORA

  •  Que ahora se haya puesto de moda el arte aborigen australiano porque los lechuguinos supuestamente expertos digan que es arte contemporáneo tiene bemoles. Algunos hasta sostienen que no es necesario enraizarlo sino venderlo.  
  •  Así y todo WARANGKULA murió pobre a pesar de que sus obras ahora alcancen precios inéditos. No importa, ellas están ahí para mostrar al mundo que su sentido estético nace desde hace miles de años, tiempo en el que ha ido evolucionando entre conjuro y conjuro, entre ruego y ruego, entre una visión y otra.  
  •  En ellas se ven ese encadenamiento que forma el universo que desde antaño les rodea y al que vislumbran como una población de estrellas, de artificios divinos y animistas, como una luz que cambia de signo y de mensaje para los que ven y viven para ella.
Suciedad, reina de los imperios, mantén en presencia de mi odio el espectáculo del insensible crecimiento de los músculos de tu hambrienta progenie.
(Los Cantos de Maldoror)

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