lunes, 5 de febrero de 2018

MANUEL FRANQUELO (1953) / ESAS PINTURAS SE MANTIENEN QUIETAS


  •  No me resisto a una cita de Gerard Vilar cuando manifiesta que "el proceso de comprensión de la obra de arte quizás nunca se agote, pero lo incuestionable es que ella está ahí con su pretensión de comunicar algo a alguien sobre algo, sea lo que sea y a quien sea que fuere. Y ahí está su tipo fundamental de validez, en el poder de entablar una comunicación con diálogo, sobre algo indeterminado, que puede decirse de distintas maneras". 


  •  El malacitano FRANQUELO es un espécimen de artista que actúa al contrario, define muy bien, extremadamente bien, lo que es su cosmovisión pictórica. Tanto que la transfiguración está como precedida de una epifanía metafísica. 


  •  Porque para él el ser de los pequeños objetos es la trascendencia de su realidad y a su vez la de los otros. Y dentro de ella se acusa la falta de piedad del tiempo que la constituye como una visualidad atormentada por su paso.  

Artífices de la morbidez, aprendamos a desengañarnos.
(Fernando Pessoa)

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