lunes, 25 de marzo de 2019

NICOLÁS LÓPEZ (1984) / NO HAY ASIDEROS VISUALES


  •  La teoría romántica del arte entiende que el objeto o el hecho o acto artístico tienen la finalidad de provocar un efecto sentimental, emocional de la naturaleza o de la interioridad. El acuarelista peruano NICOLÁS LÓPEZ va más allá al enfatizar, con su negrura, esa angustia visual que se descarga en nuestro sentir como un presentimiento.   


  • Y no es esa pintura de paisaje en la que practicar simple y plácidamente esa mirada que acompase temporalmente la superficie del plano al recorrerla. Porque el recorrido, además de reproducir el trayecto físico, no va hacia un horizonte ficticio sino a una cercanía que como espectadores nos infunde un abrumador sentido del destino.     


  • Esas capas cromáticas ásperas que cubren la fisonomía paisajística o urbana nos hace, como dice Heinrich Wöllflin, inaginar y sentir con una increíble agudeza la alegría y la pena en la existencia de cualquier configuración, de cualquier forma, por muy extrañas que nos sean.

Y sonrío
por jugar con las bajadas
que me convierten en mismo río
con las muñecas sangradas.

(Tomás Martínez)

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