sábado, 19 de agosto de 2017

JESÚS RODRÍGUEZ DE LA TORRE (1955) / SE DIFUMINAN


  •  Baudelaire señalaba que la inspiración es decididamente la hermana del trabajo diario y obedece, como el hambre, como la digestión, como el sueño. Por eso la esperó el andaluz DE LA TORRE hasta encontrar la clave de pensamiento, existencia y creación.  


  •  Y así su percepción y configuración plástica conseguidas solamente quieren hacer visible la esencia del fenómeno, cuyas formas no se precisan porque están envueltas en atmósferas místicas, orantes, neblinosas.   


  •  Sus obras, casi monocromas, son tonalidades intemporales y emocionales que buscan la mirada para descargar en ella esa intensidad de trasfondo, existencial, bordeando lo metafísico, aunque de ellas se desprende, no obstante, la visión de la fatalidad.  

El silencio era luz.
(Francisco Brines)

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