- Al holandés COX no le interesaba ser un hombre muy enfrascado en su tiempo excepto en todo aquello que le brindaba un mejor conocimiento y entendimiento de la pintura, de cómo podría materializarla sin recibir nada en préstamo. No se daba cuenta de que no podía soñar.
- Por lo cual, siempre anduvo de foco en foco, de imaginería en imaginería, oteando, tratando que su plástica, fuese horrible o desesperada, tuviese una significación difícil de descifrar puesto que estaba sumida en el último sino del secreto y ni él mismo lo sabía.
(María Zambrano)
No hay comentarios:
Publicar un comentario