- Da la impresión de que las esculturas de la alemana HAGEN se rebelan y no quieren bajo ningún concepto que el cuerpo adquiera su forma, se conforman con mostrar la deformación de una carne que se ha solidificado para siempre. Se rechazan a pesar de la pasión de su creadora.
- Ansían que su morfología sea el simbolismo de una humanidad que ha sucumbido al horror y ha quedado convertida en roca, como huella antropomórfica de una naturaleza humana que existió para matarse cuando estaba viva.
- Ahora está muerta y su deconstrucción, por el contrario, resucita en aras de una estética de la desolación, de un baile de espíritus exterminados a los que les quedan ganas de seguir destruyendo, porque el baile no puede parar, lo diga el comandante o no.
a despedirnos de todo lo que amamos,
de aquello que nos fue dado,
de todos los que queremos.
(Alberto Blanco))
No hay comentarios:
Publicar un comentario