- El ruso ILYA REPIN en su obra sobre Iván el Terrible nos obliga a distanciarnos y a entrecerrar los ojos para no afrontar la densidad emocional de una escena que sobrecoge por su condición de expresar una muestra de la naturaleza humana en su desvarío.
- Obras de CODY TREPTE, JOHANNES WOHNSEIFER, STUART DUNKEL y CRAIG PURSLEY. Demasiados mensajes se extraen de gargantas a flor de incertidumbres.
- Obras de BORIS OA, SOLMAZ TOHIDLOO, ANNA VARELLA y ALAIN CARRON. Cuentos de fantasía para poner de luto a la pandemia.
- Obras de HEINRICH DUNST, RAINER GANAHL, KARIN SANDER y WALTER SWENNEN. Son parábolas que interpretan el mundo como un pensamiento a la sombra.
- Obras de BRIAN DAHLBERG, LANCE O´GORMAN y JAMES WATKINS.
- Seguro que se han dicho algo entre ellos y como poco se han tachado de provincianos.
- Obras de STEVE HEINEMANN, SOPHIE DEFRANCESCA, IAIN BAXTER&, MARLENE HILTON MOORE y TANYA LYONS. ¿Dónde situarlas? ¿En qué palestra ubicarlas? ¿Sería mejor colocarlas en el centro para que no se escuden en silencios y derrotas, incluso en desvaríos cultos de altos estudios?
- Obras de ILYA BOLOTWSKY, ALICE TRUMBULL, DOUG OKLSON, RAY PARKER y PIER PAOLO CALZONARI. No admiten régimen de visitas para evitar plagios y sesiones espiritistas.
- Obras de JEANETTE PASIN SLOAN, DONALD SULTAN Y WILLIAM H. BAILEY.
- El tierno encanto de las cosas que nunca se abandonan.
- Obras de MARK FLOOD, KENNET GOLDSMITH, DEBORA KAS y STEVE MALINCHOC. Un arte del desconcierto, el mismo de una sociedad a la que no le dejan desbandarse.
- Obras de JENNY HOLZER, JENNIE C. JONES, ADAM MCEWEN Y RICHARD VAN BUREN. No sabemos si son el final o el comienzo de una nueva estación de autobuses o de tren. La discusión fue derivando confusamente en un galimatías afónico.
- Pasen y vean estas obras de BOUDRO, AL DÍAZ, GILLIE Y MARC, ROBERT MARS y SEAN SULLIVAN. Se venden como dedicatorias para tumbas ruidosas y discotequeras.
- El poeta deja que el lenguaje sea una lucha de identidades o de tactos irresolubles, el pintor se decanta por la forma en búsqueda de esa identidad hasta que llegue el momento en que su plasmación sea el encuentro consigo mismo.
- El castellano-manchego FERNÁNDEZ MOLINA, veneraba la poesía y sus razones, las cuales conciliaba con una plástica emanada de la catacumba que vigilaba y enloquecía al corazón humano.
- Ante sus obras la predisposición es que se queden en ese espacio intemporal que constituiría un imaginario que nunca nos habría de abandonar, que sea una visión del silencio no mancillado e incorrupto.
(En la ciudad de París prestó
el juramento de los gorriones, ninguna
semilla de veneno sin picar quedó,
no quedó perdida espina alguna.
Había pipiado en París
en cada puerta de la ciudad.
Lo que nunca se abrió lo hace de par en par,
le pipía a la cara el más allá.)
(Paul Celan)
