- Señalaba Baumgarten que el fin del arte es un perfeccionamiento de la sensibilidad del hombre. Y no es el único de estos grandes ensayistas que marcaba designios finalistas al arte, tal que si hubiese nacido con esa condición predeterminada. Bien es cierto que debemos suponer que sin ella no podría existir.
- Mas en el caso de PALAZÓN el arte es un antidestino, o en todo caso viene después de la metamorfosis, que no es un accidente sino la propia ley de vida de la obra de arte, tal como declaraba Malraux.
- Y lo que ocurre es que este autor utiliza la metamorfosis como una mutación de la que surge una nueva estética, a la que deberíamos parecernos todos, pues en ese caso los cánones de belleza y fealdad habrían desaparecido y viviríamos más en armonía.
Aleluya, cada noche la suya.
- Dice Ana María Leyra que el fascinar y crear, el seducir y dominar denotan una tensión inherente al fenómeno artístico, a la creatividad y al disfrute. Crear vida y crear arte desafían a la muerte.
- Por eso, un creador está obligado a lograr un conocimiento intuitivo, un discernimiento que junte toda la información adquirida en la percepción de la historia y del mundo del arte. Así configurará un eje sobre el que construir su relato.
- En el caso del escandinavo NIEPO su exploración oceánica le sirvió para idear un mundo desde el cual registrar, recrear, reinterpretar la fusión de lo tribal y primitivo con la mirada contemporánea. Merced a ello sus obras son el resultado imaginativo y plástico de una cosmovisión que tiene un vínculo casi sagrado con una realidad olvidada.
Al fraile y al cochino no les enseñes el camino.
- Con sus piriociciogramas, resultado de una técnica muy compleja, el luxemburgués UNGER nos ofrece el tejido interno de la materia cuando se hacen en ella operaciones para conjurar su esencia.
- Asemejan a tramas que suscitan una vinculación con el destino de la creación, una contextura profusa de hilos multicolores que son raíces, telas de araña, metáforas de una vida antíquisima que todavía está latente.
- Son abstracciones matéricas que no tienen otra referencia que la suya, que producen su propia génesis y desarrollo, que no llegan a formarse sino como una significación primitiva, pues no han pasado de ese estadio, y quieren quedarse en él porque es donde encuentran su culminación.
Al avariento y el puerco, después de muertos.
- La multiplicidad del quehacer artístico heterogéneo no sería comprensible sin esa posibilidad fundamental de elegir y aplicar subjetivamente el grado de realidad con la que el artista percibe y construye su obra.
- En el alemán HOMMES, que despliega toda su capacidad y habilidad ejecutora y plástica, el simbolismo de una naturaleza en extinción trasciende la realidad pintada para hacerla más expresiva y penetrante.
- Sus iconos caídos, rotos, avejentados, son como criaturas ya inertes, desvencijadas, silenciosas y moribundas que han dejado el tiempo atrás, se han quedado sin un suspiro y sin lamentos, y también sin desesperación. Aún así no les permitirán descansar en paz.
A santo que no me agrada, ni padrenuestro ni nada.
- En el caso del fotógrafo suizo RICHON sus obras manejan la ambigüedad entre dos técnicas que al final confluyen en una, la suya propia, aunque sus características estén configuradas por las dos.
- Sus resultados son brillantes y muy efectistas, desprendiendo eficazmente unas realidades que son una imaginación en busca de asimetrías y significados fuera de los límites del reconocimiento y la identificación explícitas.
- Hay elementos e ingredientes de todo tipo en una elaboración muy cuidada en los aspectos lumínicos y compositivos. En el fondo es una cosmovisión enfocada a partir de una alucinación sobre todo lo existente y vivo.
A la vejez, cuernos de pez.
- Estos paisajes pintados tratan de invocar la mística de lo infinito, de lo abierto e ilimitado, de un credo que provoque que el mirar sea un acto de fe y de afirmación. Sus componentes plásticos están pensados para causar el salto hacia esos horizontes.
- No cabe duda que el americano BRAINARD sabe utilizar muy bien su talento y recursos de manera virtuosa en su propósito de definir muy concretamente la dirección de sus obras y el impacto en la mirada del espectador.
- En el fondo son silencios cargados de una visualidad ofrendada, en el borde de una liturgia en la que el cosmos sea la aspiración a una forma de compartir la divinidad, de traspasar los umbrales de una realidad que no satisface al hombre ni al arte.
Habla o amanece.
Todos te escuchamos.
Contigo naciendo....
¡Oh luz de los nuevos
silencios!
- En su obra el murciano PÁRRAGA sólo se dejaba intimidar por la reivindicación de una imaginación que sabía como arrastrar su capacidad y habilidad para el dibujo. Con ello conseguía que él hiciese transparente unos designios incardinados en las mudanzas del ser.
- Al final era el autor de un conglomerado que unía cielo y tierra, odio y devoción, la alegoría y el rostro brutal que vomita la condena definitiva. Ese color que baila con sus propias tonalidades es el eje sobre el que la pasión se hace tributo y memoria.
- La paradoja de la creación también es paradoja de la existencia y de ésta hay muchas englobadas en una creación que tiene perfiles propios y con avatares que nunca se acaban, su sino es quedarse y seguir ejerciendo de inspiración para la mirada.
Sabemos adónde vamos y de dónde venimos. Entre dos
oscuridades, un relámpago.
(Vicente Aleixandre)
