- En su obra el murciano PÁRRAGA sólo se dejaba intimidar por la reivindicación de una imaginación que sabía como arrastrar su capacidad y habilidad para el dibujo. Con ello conseguía que él hiciese transparente unos designios incardinados en las mudanzas del ser.
- Al final era el autor de un conglomerado que unía cielo y tierra, odio y devoción, la alegoría y el rostro brutal que vomita la condena definitiva. Ese color que baila con sus propias tonalidades es el eje sobre el que la pasión se hace tributo y memoria.
- La paradoja de la creación también es paradoja de la existencia y de ésta hay muchas englobadas en una creación que tiene perfiles propios y con avatares que nunca se acaban, su sino es quedarse y seguir ejerciendo de inspiración para la mirada.
Sabemos adónde vamos y de dónde venimos. Entre dos
oscuridades, un relámpago.
(Vicente Aleixandre)
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