viernes, 31 de agosto de 2018

SERGIO PALAZÓN / NO SE CONFUNDAN


  •  Señalaba Baumgarten que el fin del arte es un perfeccionamiento de la sensibilidad del hombre. Y no es el único de estos grandes ensayistas que marcaba designios finalistas al arte, tal que si hubiese nacido con esa condición predeterminada. Bien es cierto que debemos suponer que sin ella no podría existir.


  •  Mas en el caso de PALAZÓN el arte es un antidestino, o en todo caso viene después de la metamorfosis, que no es un accidente sino la propia ley de vida de la obra de arte, tal como declaraba Malraux.  


  •  Y lo que ocurre es que este autor utiliza la metamorfosis como una mutación de la que surge una nueva estética, a la que deberíamos parecernos todos, pues en ese caso los cánones de belleza y fealdad habrían desaparecido y viviríamos más en armonía. 

Aleluya, cada noche la suya. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario