miércoles, 3 de junio de 2020

ANTONIO FERNÁNDEZ MOLINA (1927-2005) / AL IR A ESCRIBIR EL POEMA SE ME OCURRIÓ PINTARLOS


  •  El poeta deja que el lenguaje sea una lucha de identidades o de tactos irresolubles, el pintor se decanta por la forma en búsqueda de esa identidad hasta que llegue el momento en que su plasmación sea el encuentro consigo mismo. 


  •  El castellano-manchego FERNÁNDEZ MOLINA, veneraba la poesía y sus razones, las cuales conciliaba con una plástica emanada de la catacumba que vigilaba y enloquecía al corazón humano.   


  •  Ante sus obras la predisposición es que se queden en ese espacio intemporal que constituiría  un imaginario que nunca nos habría de abandonar, que sea una visión del silencio no mancillado e incorrupto.   

(En la ciudad de París prestó
el juramento de los gorriones, ninguna
semilla de veneno sin picar quedó,
no quedó perdida espina alguna.

Había pipiado en París
en cada puerta de la ciudad.
Lo que nunca se abrió lo hace de par en par,
le pipía a la cara el más allá.)

(Paul Celan)

No hay comentarios:

Publicar un comentario