viernes, 13 de abril de 2018

MAGNUS GJOEN (1988) / SOY UN GRAN MANIPULADOR


  • Unas calaveras decorativas son más validas que las mismas mondas y lirondas. Además, en sí mismas constituyen un cinematógrafo del pasado del arte, para que cuando hayamos pasado el trance nos quede una huella iluminadora.   


  •  Aunque también tales obras se puede enfocar desde la perspectiva de Hans Heinz Holz, que señala que las manifestaciones artísticas de nuestro tiempo son, a la vez, un índice de la perplejidad de los artistas y del desgaste de sus invenciones. 


  • No obstante, en este juego de ontologías y conceptos, podría considerarse que el británico GJOEN quiere demostrar que la tradición nunca dejará de ser una categoría estética y no histórica. Y lo hace con una manipulación limpia y sonora que busca el deslumbramiento.

La historia niega las cosas ciertas.
(Fernando Pessoa)

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