sábado, 7 de abril de 2018

LINE GULSETT (1981) / SI LIBERO MI ALMA ME QUEDARÉ SIN NADA QUE PINTAR


  •  La noruega GULSETT es originaria de los oscuros mundos del Norte, en los que reina Yama, dios de la muerte, que los sostiene entre sus garras. Con una pintura sombría que no deja que la representación se defina mediante esas cortinas que la desdibujan y la empapan, los espacios no invitan a adentrarse en ellos.  


  •  Se muestran y a continuación nos amenazan con una virulencia cromática que densifica, moviliza y hasta grita. Los espectros, estén detrás o delante, nos ofrecen su abismo a fin de compartirlo.  


  •  En ese trasfondo de soledad que sumerge en el horror, se encuentra el conocimiento de una verdad inconfesable que halla un cauce de significados y expresiones en un quehacer plástico que pone a prueba nuestra mirada.   

Confiesa, sí, pero confiesa lo que no sientas.
(Fernando Pessoa)

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