- Alguien ha dicho que una de las características de la creación de la pintura moderna es una armonía disonante. Y es precisamente esa disonancia la que estructura la obra del australiano BLACKMAN dentro de un marco de coherencia estilístico.
- Bien se ha empeñado en que las formas, en sus representaciones configuradas, se concreticen de conformidad con una dislocación que hace más explícita la fascinación de su pintura como un cuento madurado en la búsqueda de un sueño.
- Los motivos son repetitivos porque también lo son en el seno de su motivación plástica, en el logro de una impureza que sea manifiesta a través de un cromatismo que no defiende la luz y de una alineación que encuadra el hecho como un silencio de cuchillo.
(Roa Bastos)
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