lunes, 18 de marzo de 2019

ERIK PARKER (1968) / NO ESCUPÁIS


  •  El alemán PARKER juega con la coña visual, ya sea desde una perspectiva pop, psicodélica, marciana, fluorescente, gacetillera, cómica, surrealista o jacarandosa. Sus obras son historietas  con cargas de profundidad dada su orquestación, su precisión y brillantez cromática.    



  •  Imprime a sus definiciones una impronta grotesca que no desafina, sino que fulmina al más osado. Mientras observamos su calidad contrastada, la mirada encaja la figuración como si fuesen emanaciones alevosas pero graciosas y pintureras. 


  •  Sin embargo, es el reflejo de unas imágenes que se han quedado sin futuro, pues ya no cuentan para guiar una estética de exaltación y confianza, sino para mutar y transformarse antes que de que nos hayamos olvidado de ellas. 

Dormiremos agarrados luz.
No quiero despertar.

(Tomás Martínez)

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