viernes, 22 de febrero de 2019

DOMINIK SCHMITT (1983) / LAS VÍSCERAS TIENEN QUE VERSE


  •  Dice Luis Candaudap que para que la mirada actúe es preciso que la curiosidad la provoque. Y el mundo pictórico del alemán SCHMITT sí lo consigue, porque es una encarnación de lo necesario visualmente para el ser humano, que lo demás es lujo (Amanda Coomaraswamy).  


  •  Él es artista de enorme aptitud y de bronca actitud, de desear lo muerto y extinto para resucitarlo y ofrecerlo como una invocación más vinculada al infierno, ya sea con el fin de calentar las vísceras, ya sea para detener el tiempo, pero sin dejar de mirar de reojo al cielo por si las moscas.


  •  Los cuerpos todos son iguales y se revuelcan en sus propios estertores; no son de los que gimen y lloran, y tampoco están quietos, han de moverse, pues de lo contrario el autor perdería el frenesí de la creación de los suyos y erraría sin un espanto de ton ni son.  

Cuerpo....ahora recuerdo
y sin alma.
Desnudo
posado en la caja.

(Tomás Martínez)

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