domingo, 16 de octubre de 2016

ORESTES CAMPOS SUBERT (1968-2016) / HE PEDIDO NO IRME MIL VECES

  •  El cubano CAMPOS nos acaba de dejar y siempre que ocurre tal circunstancia desventurada una página de la historia de la pintura se va con él. Por muy modesta que haya sido su obra, no por ello, en este caso, queda privada de significación, mucha, quizás que la que se le ha dado.
  •  Todo lo contrario, su plástica es sobria pero rica en matices, en un corolario cromático en el que cada acento y valor tiene su correspondencia en la temática que aborda con gran ironía y encanto. Las imágenes concretas que emplea construyen una escenografía brillante en la que el sentido histórico y pictórico vienen al presente para señalarnos los imperecederos signos existenciales.       


     
  •  Su pintura es una lección de cómo resolver bajo una óptica muy personal una serie de problemas pictóricos -composición, uso del color, el empleo de la línea, la perspectiva, el significado, etc.-  que no por simples son menos complejos. Por lo tanto, carece de una arrogancia que no necesita de cara a la asunción de unos horizontes simbólicos que laten al mismo tiempo que una mordacidad certera.  
 13 Otra vez naciendo muerto en las matanzas de la boca.
(Enrique Falcón)

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