- En la obra del asturiano REY todo es una alquimia metafísica y sublime, la silenciosa sinfonía de un pathos que a través de una singular morfología cromática ilumina la génesis de un cosmos que está anclado en otra dimensión.
- En medio de esos espacios negros, casi gaseosos, flotan espectralmente los signos fluorescentes que proporcionan vida existencial a esa configuración que existe como pasión de sí misma y trata de envolvernos en su proyección.
- Casi podríamos señalar que en toda la plástica de este autor la meta del éxtasis es su enseña, el fruto de un proceso creativo dentro de una convicción ontológica que siempre se da por desaparecida definitivamente cuando, al contrario, está y reaparece a la vuelta de cada esquina.
quién tras el repartir y el aceptar y el moverse,
el inmóvil moverse, o el no moverse e irse,
callarse, estar, haberse?
(Carlos Bousoño)
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