- En esa labor de cuestionamiento, análisis y transformación emprendida por el mexicano COEN lo que se percibe es que la imagen es capaz de transmitir un mensaje espiritual, cuyo contenido no está tan ligado a la información escolástica de su recepción como al aura que emana de la obra.
- Él sabe que su iconografía es una forma de configurar significados del mundo, pero al mismo tiempo una firma artística, tal y como señala Walter Benjamin, nunca puede ser determinada en función de los efectos que produce.
- Lo que sí general la obra de este artista es una multiplicidad de inclinaciones y declinaciones estilísticas, referenciadas o no, que finalmente culminan en un sello propio fruto de sus exploraciones y capacidades, de sus preguntas y respuestas, de esos espacios que trasplanta a su condición y riesgo en orden a concebir su perfección absoluta.
Es la marea la que olvida sin saberlo
la parte más callada del último de los lamentos.
(Tomás Martínez)
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