- La obra de arte no es algo que exista independientemente de la imaginación y del receptor. Y mucho menos en este supuesto en que un código de ondas a imagen de duendes cruzan la blancura del espacio como cánticos de viento.
- Para la americana CHO la angustia o la pasión son serpientes azules que encuentran su propia interpretación en una singular alegoría visual, configurada esquemáticamente por medio de una caligrafía que resume en la medida en que al mismo tiempo amplía.
- "Y cuánto mejor, declama Samuel Beckett), a fin de cuentas, las penas perdidas y el silencio. Y tú, como siempre has estado. Solo". Ella, en esas superficies, simboliza esa soledad en el azul que desciende y vuelve a subir, sin que se olvide de evocar. Hasta que nos hace seguir luces centelleantes y recorridos inmensurables e inmanentes.
Eras azul como noche que acaba,
eras la impenetrable caparazón del galápago
que se oculta bajo la roca de la amorosa llegada de la luz.
(Vicente Aleixandre)
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