jueves, 19 de septiembre de 2019

ANGELA GLAJCAR (1970) / LA BLANCURA DEL ADIVINO


  •  El papel o el plástico abren túneles metafísicos entre blancuras iluminadas. O vuelan como láminas que se desprenden de bóvedas milenarias. Son instalaciones y esculturas que están concebidas desde una percepción plástica y conforme a un orden visual  sublime.


  •  Pero la alemana GLAJCAR no pretende solamente la construcción de una arquitectura formal y exploradora de una estilística determinada, sino el significado de un sueño que nos induce a modificar nuestra creencia según lo vamos observando.


  •  El contraste de espacios, su elevación en ocasiones, el blanco evocador de la pureza, hacen que haya un gozo inmediato por una parte, y por otra una meditación y reflexión sobre lo que la obra es por sí misma y para su devenir.

mientras los árboles 
limpian conciencias aburridas.

(Odalys Hernández)

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