ALLEN JONES (1937) / NO PUEDEN LLEVÁRSELAS A CASA

Ahora me acuerdo de las tres condiciones para que objeto cotidiano -éste no lo es mucho dicho sea de paso- se convierta en una obra de arte:

a) un pedestal donde colocarlo, aunque creo que tampoco sea necesario.

b) firma y fecha.

c) exhibición en una exposición de arte contemporáneo.

Es discutible la estética de estas esculturas, su significado y simbología, su provocación, su transgresión que es lo al final pretende el británico JONES. Son maniquíes pulcras, bien modeladas, sofisticadas, vestidas como izas con el encanto del mayor erotismo.  Mas no se equivoquen, sus precios están por las nubes.  

ALI BANISADR (1976) / TIRIOS Y TROYANOS

•  El iraní BANISADR desarrolla su propio estilo partiendo de un desenfreno pictórico que yuxtapone o fusiona miles de especies cromáticas, las que tal es su movimiento y dinamismo, que acaban en formas antropofórmicas en permanente gesticulación y conformando un mundo en el que se entienden lo mismo que se desentienden.  Los trazos, las pinceladas, las ralladuras, los raspones, etc., acuerdan las bases del principio pero no las del final.  

•  La riqueza visual resultante es fulminante, explosiona de manera convulsa, se agita bajo un viento huracanado y al final queda un significado de vivencias que se entroncan con su origen y su concepto cosmológico. La mirada se abisma y queda sabiamente atada a esa singladura plástica que es incluso polifónica.    

El ímpetu primitivo baila con el ímpetu mecánico,
ignorantes en su frenesí de la luz original.
(Federico García Lorca)

ROLDÁN LAUZÁN (1987) / ¿QUÉ HAY DESPUÉS?

•  Primero nos fijamos en sus ojos, después en sus labios y proseguimos con las facciones y los tocados. ¿Qué hacen ahora estas aparentes religiosas y victimas trasegando soledades, sintiendo carencias, esperando la vida del tacto y del gemido? ¿Será que el cubano LAUZÁN es de esos fisonomistas que predicen el futuro de las personas basándose en su rostro y en éstos ya lo ha visto todo? La luz y el color así lo hacen presentir.

•  Es como si los propósitos adivinados de estos retratos nos dijesen que el duende ama el borde, la herida, y se acerca a los sitios donde las formas se funden en un anhelo superior a sus expresiones visibles (Federico García Lorca).  

Un pájaro de papel en el pecho
dice que el campo de los besos no ha llegado.
(Vicente Aleixandre)

CHARO CRESPO / LAS TEXTURAS NO TIENEN LÍMITES

•  Cuando se llega a este informalismo depurativo es como si ese cosmos fuese la síntesis y la deconstrucción de un signo que lo significase todo: vida, éxtasis, dolor, soledad, amargura y ventura. El artista se queda poco a poco visceralmente ensimismado según va avanzando el proceso de realización porque ve captada hasta en el tacto su singladura. 

•  El color, las texturas, los materiales, se fusionan y se transforman a través de la autora en su espejo de experiencias y vivencias, en la expresión de un área que se conjuga en la mirada como si fuese la poesía de una revelación escondida o un espíritu que aparece como portavoz de una naturaleza que sigue siendo milenaria.  

•  La madrileña, poseedora de un gran oficio, es la artífice de esta aleación que infunde en la visión del espectador lo que nunca esperamos de la materia, esa interlocución e interrelación entre pensamiento y la armonía lírica de la sensación, ofreciéndonos un enigma que está por desvelarse.    

Uno vive
con los muertos
que están ahí
con los sufrientes vive
y con los despistados
y con los presos
vive.
(Idea Vilariño) 

FRANCISCO PAZOS (1961) / LLAMAMIENTOS EN EL ESPACIO

•  El gallego PAZOS, en sus esculturas, indaga y recrea, ejecuta y consigue que lo que ha sido evidente en su imaginación y ficción de la historia del arte en todas sus etapas y de la historia a secas, también sea su manifestación y el alcance de su logro. 

•  Sus bustos de guerrero, sus dolmen, su maternidad constituyen un signo y una plasmación de esos empeños,  que culminados tienen una realidad propia que se proyecta como redescubrimientos y evocaciones, como relatos que narran al espectador, que retrotraen la mirada hacia el pasado que llegó o no llegó a ser. Conciencia, también, de que siguen vivos y esperan la oportunidad de expresarse. 

Yo quiero
yo no quiero
yo aguanto
yo me olvido
yo digo no
yo niego
yo digo será inútil
yo dejo
yo desisto
yo quisiera morirme
yo yo yo
yo.
Qué es eso.
(Idea Vilariño)

SAIRA WASIN (1975) / PARA UN RETABLO

• Esta miniaturista pakistaní, WASIN, dedica sus meticulosas obras a establecer visualmente un balance histórico, social y político de su mundo, que además de ser un alegato en todo orden conforma una manifestación estética que no pierde su arte de origen,  creativamente lo desarrolla con otros códigos.  

• Al mismo tiempo que su dibujo tiene una solvencia maravillosa y su cromatismo es de una gran delicadeza, la fuerza que impone en sus imágenes no queda mermada en su significación, ni en la parodia de dominadores y dominados, ni en ese abismo final tan absoluto.   

Si te murieras tú
y se murieran ellos
y me muriera yo
y el perro
qué limpieza.
(Idea Vilariño)

HERBERT BECK (1920-2010) / HE PINTADO PARA VERME DE OTRA FORMA

•  Declaraba Bertolt Brecht que "el realismo no consiste en establecer cómo son las cosas reales, sino como son las cosas en realidad". Por eso, el alemán BECK las vio como un acontecimiento y experiencia que inclinó su sino plástico por derroteros de oscuridad y niebla. 

•  Sus rostros y paisajes son como fantasmas surgidos tanto del fuego como del frío, de la muerte y de la destrucción, del plomo y de la ruina. Su belleza reside precisamente en ese cosmos estremecido y alucinante que el autor consigue depurando una técnica como la de la acuarela, no utilizada en concreto para estos imaginarios en los que la luz es una bruma insatisfecha.   

Sólo esperar que caigan
que se gasten
que pasen
los días
los minutos
los segundos que quedan.
(Idea Vilariño)

MARÍA NEPOMUCENO (1976) / UNA EXUBERANCIA ROCOCÓ

• Kurt Schwitters fue uno de esos pioneros que en sus concepciones estéticas iba lo más lejos que podía, por eso fundó el principio Merz  por considerarlo superior a la simple pintura al óleo, por cuanto no sólo empleaba pinturas, sino todo tipo de materiales artísticos y cotidianos.   

•  La brasileña Nepomuceno parte de este principio en sus instalaciones pero adaptándolas a su propio impulso creativo, a su idiosincrasia, a su forma de crear dentro de un contexto, en el que el color, la tierra, la flora, la naturaleza constituyen su alma. De este modo, sus obras encuentran su sello especial, su exuberancia, su fantasía, su cromatismo, sus telas y bordados, su magia incluso. Un lenguaje, en fin, que dentro de su artificio, se enseñorea del espacio y lo hace fértil en múltiples imaginarios.     

Alzar los ojos
al misterio abismal de las estrellas
que será a no dudarlo
algo tan sucio
tan mezquino y tan sucio
como esto.
(Idea Vilariño)