- Ellos me han cercado siempre porque cuando los imagino, les doy forma, los sitúo en el espacio, aprenden también a dialogar y susurrarme. Los concibo como imágenes para otra vida después de la muerte, como una historia que distraerá mi infinito, ya sin la carga de dudas y certezas.
- Por tanto, el mexicano AQUINO no revela sus fuentes plásticas, las plasma y manifiesta como una segunda naturaleza que a través de la metamorfosis le insinúa la verdad de otros modos creativos que sean afines a los que ha bautizado como suyos e imperecederos.
Te amo y tal vez la noche. Pero, óyeme, no alcanza.
(Idea Vilariño)
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