miércoles, 5 de abril de 2017

GABRIJEL STUPICA (1913-1990) / ME MORIRÉ Y NO HABRÉ SUCUMBIDO

  •  Al principio estas pinturas del esloveno STUPICA nos suenan familiares y ligadas a otras propuestas plásticas europeas. Más tarde, y según vamos metiéndonos en ellas, encontraremos que su idiosincrasia es más singular, por cuanto esos contornos dentro de un espacio vacío contienen un significado concreto y determinado sobre sus vivencias.   
  •  Ya avisaba Graham Sutherland que habíamos de guardarnos de racionalizar los mecanismos del espíritu, que son a menudo irracionales y siempre misteriosos. En este caso constituyen los signos infantiles de un mundo que no quiere desvelarse. Y es verdad que lo tienen todo para que la clave siga estando a cubierto. 
 El juicio de quien debía de oír y entrar sin más en el dentro de la propia vida es la muerte.
(María Zambrano)

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